viernes, 20 de junio de 2014

Rituales contra la crisis: alargar la vida de los jubilados

La magia puede ayudarnos a resolver muchos problemas y no solo a nivel individual, sino también a un nivel político y, me atrevería a aventurar, que a nivel geoestratégico. Sea como fuere, es fundamental, desde este punto de vista, atenerse a la realidad y eso, en este contexto, significa que estamos viviendo una crisis económica y que son los jubilados los que sostienen a las familias, lo que, a su vez, mantiene cierto grado de estabilidad en el país. Desde este punto de vista, vamos a proponer tres rituales contra la crisis, que han de realizarse a nivel gubernamental y que ayudarán a alargar la vida de los jubilados.



Oración a la Virgen de Fátima


Dado que el Gobierno de España, y tal vez otros gobiernos, tienen una conexión directa con la Virgen de Fátima, lo más recomendable para alargar la vida de los jubilados e, incluso, para salir de la crisis, es rezar a esta virgen. Así que recomendamos esta oración, que deberá llevarse a cabo por el consejo de ministros del país a salvar:

Ya estamos nosotros salvados de la pobreza,
vivimos a todo lujo y nos sobra la pereza,
si te queda tiempo, si tienes un ratillo,
le echas un vistazo a nuestro tonto pueblecillo.
Y que el mundial se celebre cada año
y que se muera el de la coleta
y que los jubilados vivan más años.
Ya, si eso, para compensar subimos el IVA,
aprovechando lo del mundial anual.

Con esta oración la Virgen de Fátima ayudará al país.

Ritual del Decreto de la edad de jubilación


Para realizar este ritual tendremos que reunir al consejo de ministros, los cuales se pondrán de acuerdo en adelantar la edad de jubilación unos 10 años. Después, un jueves por la noche, se pronunciarán estas palabras: “somos el partido de los trabajadores. Fin de la cita”. Pronto se notarán los efectos positivos de este arcano ritual. No obstante, hay que aclarar que no tiene efecto sobre las personas que ya están jubiladas, sino sobre los que todavía no lo han hecho. También hay que tener en cuenta que este ritual no alarga la vida de los jubilados a nivel individual, sino solo en términos globales.

Ritual non mortus, sine vivus


Este viejo ritual de la tradición latina es muy sencillo. Al igual que en el caso anterior, el consejo de ministros se reunirá en una habitación iluminada con velas azules, blancas y amarillas. En un saquito rojo escribirán su nombre y su edad, después lo atarán con un cordel dorado y lo dejarán sobre la mesa. Acto seguido, el consejo preparará un decreto según el cual ninguna persona será declarada muerta hasta pasados 10 años de su fallecimiento, siempre que estuviera jubilada en el momento del mismo. Asimismo, en este decreto se incluirá una medida extraordinaria que permitirá al cónyuge y a los descendientes del fallecido firmar en su nombre.


Este ritual no alarga realmente la vida de los jubilados, aunque en la práctica es como si estos siguieran vivos, al menos en algunos aspectos.

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